Sobre el Nano y cómo no morir en el intento

Etiquetas: Escribir

Se acerca esa fecha tan deseada y temida por mucho. Así es, el mayor susto que os vais a llevar en Halloween es abrir el calendario al día siguiente y ver que es 1 de noviembre y, por lo tanto, empieza el Nano.

Estamos en la recta final del mes y tú ahora mismo estás pensando: quiero participar, pero no tengo nada preparado. O quizás tienes una gran organización y ya lo tienes todo más que listo para enfrentarte a este reto…

Imaginemos que estás en la primera situación. ¿Qué podemos hacer para participar en el Nano y no morir en el intento?

1) Ponte un objetivo factible. Claro, todos queremos terminar esas 50k palabras en un mes, pero a veces no podemos con ello. Lo único que nos va a causar esto es una angustia por no cumplir lo que queríamos y un malestar con nosotros mismos. Así que ponte un par de objetivos asequibles. Si terminas el primero antes de que se acabe el mes, sigue con el segundo.

2) Prepara lo que quieres escribir. Ojo. ¡OJO! Que os lo dice una brújula. Yo estoy apuntando ya las ideas sobre cómo quiero que sea la trama para no quedarme bloqueada en mitad. No tienen que estar desarrolladas al máximo, pero algo sencillo con lo que nos podamos guiar.

Por mucho que nos cueste admitirlo, los escritores brújulas nos quedamos muchas veces bloqueados y podemos tardar semanas en volver a sentarnos delante de ESE proyecto. Por eso es necesario que tengas una idea general y algunas escenas ya pensadas antes de que noviembre pegue a tu puerta de manera insistente.

3) Prepara aesthetics, dibujos de la historia, etc para ir abriendo boca. Es una buena forma de aguantar la espera y de motivarte cada vez que pienses en tu proyecto. Yo ya lo he hecho con el mío y tengo muchas ganas de empezarlo.

4) Durante el mes, comparte tus avances en tus redes sociales. Hay más escritores como tú y como yo que están haciendo este reto. Lo bueno de esta comunidad es que nos apoyamos los unos a los otros, aunque sea entre las sombras. Seguro que alguien se alegra de ver que estás on fire con ese proyecto al que le tienes tantas ganas.

5) Apunta las frases que más te gusten de tu proyecto. El año pasado, cada día, elegía una frase que me había gustado de lo que había escrito. Parece una auténtica tontería, pero me daba cuenta de que mis esfuerzos no habían sido en vano, que había salido algo bonito incluso.

6) El número de palabras no define tu productividad. Vaya, resulta que estás a 13 de noviembre y solo has escrito 500 palabras cuando deberías haber escrito 1000. Ya sientes como tu mente te está insultando por no ser productiva, pero es que si miras tu día lo has tenido repleto de cosas y solo has podido sacar 20 minutos para escribir. O simplemente ese día no te apetecía porque estabas de mal humor. No pasa nada. Se puede retomar. Nadie te va a matar por no cumplirlo. A veces necesitamos descansar (pero cuidado con esto porque es un arma de doble filo y te puede hacer vaguear).

7) (Y con respecto al punto de arriba) No te compares con nadie. Estás haciéndolo todo bien: escribes, compartes tus avances en redes y también te alegras de ver que otros escritores están apuntados al reto. De repente, ¡oh, no! @fulanitaymenganito ha escrito el doble de palabras que tú. Automáticamente, tu primer pensamiento es que no eres lo suficientemente productivo, tranquilidad. Seguro que también le llegarán sus días de escribir menos. Esto no es una competición.

8) ES UN BORRADOR. Eso de hacer una novela en un mes no es sinónimo de que esté lista para mandar a editoriales o para publicar. Tienes que hacerte a la idea de que después tu trabajo necesita corrección, así que no te frustres si las cosas no salen como te gusta. Lo importante es acabarlo y coger el hábito de la escritura. Recuerda que el primer borrador es perfecto porque cumple su función: estar acabado.

9) Disfruta. El Nano está para compartir nuestro agobio con otros escritores, para demostrarnos que podemos ser constantes cuando nos lo proponemos, para dejar salir esa idea que lleva meses revoloteando por tu cabeza para coger el hábito, pero, sobre todo, está para divertirse. Porque la escritura es una montaña rusa, está cargada de emociones y tenemos que recordarnos que nos encanta escribir por eso mismo. Somos unos dramáticos de la vida, reconocerlo.

Ahora sí, ¿estáis preparándoos para el Nano? Coged libreta y bolígrafo que empezamos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *